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Centro de Mediaciуn y Arbitraje de la OMPI

La Demandante es METRO BILBAO, S.A., una sociedad constituida conforme al derecho español con domicilio social en Calle Navarra 2, C.P. 48001 – Bilbao (Bizkaia), España (la "Demandante"), representada por Da. Carmen Sarachu Izquierdo y por D. Josй Marнa de la Sota, Abogado, de Landwell – PricewaterhouseCoopers, PricewaterhouseCoopers Jurнdico y Fiscal, S.L., Bilbao (Vizcaya), España.

El Demandado es el señor D. Ignacio Allende Fernбndez, con domicilio en Avenida de Los Chopos 65, Las Arenas, Getxo, Vizcaya, España (el "Demandado"), representado por Dña. Ana de Godos Castellanos, Abogada, de Ana de Godos Castellanos & Tomбs Garcнa Villanueva Abogados, Bilbao, España.

El nombre de dominio en disputa es <metrobilbao.com>, registrado en Network Solutions, Inc., de Herndon, Virginia, Estados Unidos de Amйrica (el "Registrador").

El 19 de mayo de 2000 la Demandante presentу por correo electrуnico al Centro de Arbitraje y Mediaciуn de la Organizaciуn Mundial de la Propiedad Intelectual (el "Centro") una demanda de conformidad con la Polнtica uniforme de soluciуn de controversias en materia de nombres de dominio, aprobada por la Corporaciуn de Asignaciуn de Nombres y Nъmeros de Internet ("ICANN") el 26 de agosto de 1999 (la "Polнtica"), el Reglamento de la Polнtica uniforme de soluciуn de controversias en materia de nombres de dominio, aprobado por la ICANN el 24 de octubre de 1999 (el "Reglamento") y el Reglamento Adicional de la OMPI relativo a la Polнtica uniforme de soluciуn de controversias en materia de nombres de dominio (el "Reglamento Adicional"). El 24 de mayo de 2000 la demanda en papel fue recibida por el Centro. El 13 de junio de 2000 el Centro acusу recibo de la demanda. La Demandante efectuу el pago del arancel por la tramitaciуn del caso.

El 20 de junio de 2000, ante una consulta del Centro, este recibiу una respuesta del Registrador sobre datos de registraciуn y contactos correspondientes al nombre de dominio en cuestiуn. El 29 de junio de 2000 el Centro notificу la demanda y el comienzo del procedimiento administrativo.

El 18 de julio de 2000 el demandado enviу por correo electrуnico la contestaciуn de demanda al Centro. El 20 de julio de 2000 el Centro acusу recibo de la contestaciуn de demanda. El 21 de julio de 2000 el Centro recibiу la contestaciуn de la demanda en papel.

Despuйs de recibir la Manifestaciуn de Aceptaciуn y Declaraciуn de Imparcialidad e Independencia de Roberto A. Bianchi, el 21 de agosto de 2000 el Centro lo designу panelista ъnico. Quedу establecido que la fecha lнmite para dictar resoluciуn en el caso serнa el 4 de septiembre de 2000. De este modo, el Panel quedу constituido conforme a la Polнtica y al Reglamento.

No hubo otras presentaciones de las Partes. No se dictaron уrdenes de procedimiento ni se ordenaron prуrrogas.

La demanda y su contestaciуn se presentaron en español. De acuerdo al Reglamento, Parбgrafo 11, el Panel determina que el idioma del procedimiento sea el español.

Los siguientes hechos y circunstancias resultan de de las alegaciones de las partes y documentaciуn agregada, y que no han sido contestadas.

La demandante es una sociedad comercial que gestiona el ferrocarril suburbano denominado "Metro" de la ciudad de Bilbao. La denominaciуn social de la Demandante es METRO BILBAO, S.A., tal y como figura en el Registro Mercantil de Vizcaya, donde estб inscrita la sociedad.

El demandante es titular de los siguientes registros marcarios en España:

• "METRO BILBAO", concesiуn con fecha de solicitud 28/7/1995, tнtulos 1.979.289 a 1.979.330, en las 42 clases del Nomenclador Internacional; y
• "METRO BILBAO, S.A.", concesiуn con fecha de solicitud 16/01/1993, tнtulos 1.729.411 a 1729.452, en las 42 clases del Nomenclador Internacional.

La Demandante es el registrante de <metrobilbao.net> y opera el correspondiente sitio Web <www.metrobilbao.net>.

El Demandado es el registrante de <metrobilbao.com> y opera el sitio Web <www.metrobilbao.com>.

Segъn lo afirma y prueba la Demandante, el Demandado requiriу la suma de 100 millones de pesetas para la transferencia del nombre de dominio. El Demandado reconoce la existencia del pedido de dicha suma, aunque le atribuye un sentido equivalente a negarse en absoluto a transferir el dominio.

Segъn lo afirma y prueba la Demandante, el Demandado publicу en dicho sitio Web ciertas imбgenes. El Demandado reconoce la publicaciуn, divergiendo las Partes en cuanto al carбcter de aquellas: "pornogrбficas" para la Demandante, o "cуmicas", "meramente erуticas" o "en clave de humor", para el Demandado.

Con fecha 17 de mayo de 2000 la Demandante requiriу al Demandado por conducto notarial el cese en la utilizaciуn del nombre de dominio y su transferencia a la Demandante, y le comunicу la posible existencia de una infracciуn del derecho de marca.

5.1. La Demandante alega:

• El nombre de dominio en cuestiуn es idйntico hasta el punto de crear confusiуn con respecto a la marca de productos y servicios "METRO BILBAO" sobre la que el demandante tiene derechos; que el demandado no tiene derechos o intereses legнtimos respecto del nombre de dominio; y que este ha sido registrado y se utiliza de mala fe.
• La utilizaciуn de la marca "METRO BILBAO" como nombre de dominio en una pбgina web por una persona ajena totalmente a la empresa METRO BILBAO, S.A., supone un uso ilegнtimo e inaceptable de dicha marca y genera inevitablemente confusiуn con respecto a la marca de servicios y productos de la Demandante.
• El Demandado no posee el registro de la marca METRO BILBAO, ni por tanto tal denominaciуn se puede identificar con una sociedad, producto o servicio alguno por el que pueda ser conocido el titular del dominio.
• El titular del dominio no posee ningъn producto o servicio bajo dicha denominaciуn, ni ofrece tampoco en su pбgina ninguna prestaciуn relacionada con dicho nombre, desde su registro el 19 de marzo de 2000. El contenido de la pбgina se basa exclusivamente en fotografнas pornogrбficas y contenidos ofensivos para con la empresa METRO BILBAO, S.A., con бnimo de desprestigiarla, ofenderla y generar una mala imagen.
• El demandado procediу al registro del nombre de dominio para introducir todo tipo de contenido ofensivo contra la sociedad demandante, con la finalidad de causar daño a travйs del desprestigio y la mala imagen, y obtener una compensaciуn econуmica a cambio de su cesiуn. La finalidad del demandado es hacer un uso ilegнtimo, desleal y no comercial del nombre de dominio, para empañar el buen nombre de la sociedad demandante.
• El nombre de dominio ha sido registrado y estб siendo utilizado de mala fe por el demandado, y con la finalidad de obtener un beneficio econуmico, impidiendo a su vez que el dominio sea registrado por la compañнa titular de la marca.
• El propio titular del dominio y ahora demandado, explica que en venganza por una multa que le fue impuesta por viajar sin billete, registrу el dominio, creу la pбgina, la llenу de contenido ofensivo y pornogrбfico para dañar la imagen del Metro de Bilbao, y con бnimo de lucro pide ahora 100 millones de pesetas para retirar dicha pбgina y cederla a su legнtimo propietario, cifra infinitamente superior a los gastos generados por la obtenciуn del dominio, y considerada como un autйntico chantaje por parte del demandante.
• La mala fe del demandado tanto en el registro como en la utilizaciуn del nombre de dominio queda reflejada en lo expresado por йl mismo en la entrevista concedida a un periуdico. En el contenido de la pбgina, aparte del contenido pornogrбfico, se incluyen toda una serie de pбginas en las que el demandado explica las causas que le movieron a registrar el dominio, y la utilizaciуn que estб haciendo de йl, la venganza por una sanciуn que se le impuso en su dнa, para lo cual registrу el dominio aprovechando que no estaba registrado, evitando asн que METRO BILBAO, S.A. pudiera registrarlo y logrando con ello un instrumento de presiуn para el posterior chantaje que estб cometiendo contra el demandante. En la pбgina web no lleva a cabo actividad comercial alguna, sino ъnicamente acumula contenido ofensivo y denigrante para el demandante.

5.2 El Demandado alega:

• El Panel Administrativo carece de competencia para resolver este conflicto. 1
• Las marcas "METRO BILBAO" y "METRO BILBAO S.A.", propiedad del demandante, constan de palabras genйricas. Juntas las dos palabras "METROBILBAO" resultan igualmente de uso comъn y genйrico y no reivindicables.
• El demandado desconocнa el registro marcario de METRO BILBAO.
• No son de aplicaciуn al caso la legislaciуn y doctrina de marcas y competencia desleal, dado que el uso que se conferнa a la WEB por el demandado no es ni ha sido nunca de carбcter comercial.
• La pбgina del demandado no se configura con el бnimo de conseguir alguna ventaja comercial sino como un servicio a la comunidad, sobre el funcionamiento y gestiуn del ferrocarril metropolitano de Bilbao, de modo que los usuarios puedan dar cauce a sus sugerencias, comentarios y quejas.
• El demandado no tiene registrada una marca con el nombre METROBILBAO, ni un producto en el mercado con dicho nombre, pero tiene un interйs legнtimo y digno de protecciуn: el control crнtico del ciudadano sobre una determinada gestiуn de un servicio pъblico de transporte y la protecciуn de los derechos del usuario, que puede expresarse libremente sуlo en un medio que sea realmente ajeno a la propia instituciуn.
• El nombre del dominio controvertido no genera ninguna confusiуn con respecto a los servicios que presta el demandante. Los internautas distinguen perfectamente el contenido de esta pбgina de lo que es la Demandante.
• No es cierto que el Demandado pretenda hacer un uso ilegнtimo ni desleal del dominio, para empañar el buen nombre de la sociedad demandante. Por mбs que la existencia de la pбgina <www.metrobilbao.com> incomode a los gestores del metro, no hay ningъn бnimo de desprestigiar, sino de denunciar aquello que no sea correcto o que sea susceptible de mejorarse.
• Aunque en un principio el demandado se sintiу afrentado por la situaciуn que le afectу como usuario, al ser multado a su entender injustamente, nunca tuvo intenciуn de causar desprestigio ni de hacer venganza, por mбs que asн se haya hecho constar en publicaciones de prensa e incluso en el propio contenido de la pбgina. Ello siempre se hizo en tono de humor.
• No es serio ni admisible tampoco la adjetivaciуn de "pornogrбfico", referida a unas imбgenes que en el peor de los casos se podrнa denominar como "erуticas", mбs bien "cуmicas". Aquellas imбgenes que inicialmente se ofrecieron, lo fueron en clave de humor y, por un breve espacio de tiempo.
• La demandante no acredita la ausencia de interйs legнtimo por parte del demandado. No es razуn la simple alegaciуn de que no es titular de la marca "METRO BILBAO". Es perfectamente posible que exista un interйs legнtimo a pesar de no tener registrada una marca.
• El demandado ha estado utilizando el dominio para un uso no comercial con un interйs legнtimo, cual es la prestaciуn de un servicio en defensa de los usuarios del ferrocarril metropolitano. El Demandado tiene el derecho e interйs legнtimo de interesarse por los asuntos pъblicos que le afectan directamente, incluso adoptando una actitud crнtica en ejercicio de su libertad de expresiуn, consagrada en la Constituciуn española, artнculo 20. Ni en Internet ni fuera de ella, puede existir alguna persona que albergue duda sobre la procedencia de la pбgina del Demandado y de su independencia respecto de la demandante.
• La parte actora no ha acreditado ni un solo indicio de mala fe en el registro o utilizaciуn del nombre. La apreciaciуn de la mala fe ha de interpretarse de forma restrictiva. En todo caso, ha de ser probada por la parte que la alega.
• La demandante no ha demostrado la existencia de propуsito de reventa del nombre de dominio, dado que no ha existido ningъn verdadero intento de venta ni al demandante ni a ninguna otra persona. Las afirmaciones del demandado que se citan por el demandante, en el sentido de que tenнa intenciуn de vender el dominio por un precio de 100 millones, para nada son demostrativas de ninguna intenciуn de vender, y asн lo tiene manifestado pъblicamente el demandado. El hecho de que se fijara un hipotйtico valor de cien millones de pesetas para retirar la pбgina demuestra fuera de toda duda que la pбgina no estб en venta.
• El demandado tampoco intentу impedir a otros el uso de sus marcas., dado que la propia METRO BILBAO, S.A., decidiу desde el principio identificarse en Internet con el dominio METROBILBAO.NET. La sociedad podrнa haber aprovechado la ocasiуn del registro de ese dominio para inscribir tambiйn <metrobilbao.com> pero estimу que no era necesario, dejбndolo libre para cualquier otra iniciativa.
• El demandado tampoco intentу disputar mercado a un competidor, ya que no realiza ninguna actividad comercial; el demandante gestiona un servicio pъblico.
• El demandado tampoco intentу atraer internautas basбndose en la confusiуn generada. Prueba de que no existe confusiуn, ni riesgo de la misma, es que la web del demandado presenta un contenido informal en clave de humor, en el ejercicio de su derecho a expresarse libremente. Este contenido es el que presenta atractivo y el que motiva al pъblico para su visita. No se ha buscado la confusiуn, y йsta no existe.
• No resulta de aplicaciуn la legislaciуn marcaria, debido a que, por un lado, el demandante gestiona un servicio pъblico que queda fuera del trбfico mercantil ordinario. El uso que el demandado confiere a la pбgina se encuentra totalmente alejado de intereses empresariales o mercantiles.
• En el caso de admitir la existencia de algъn conflicto identificativo entre las partes, el бmbito de aplicaciуn del presente procedimiento resulta totalmente inadecuado. Teniendo las dos partes nacionalidad española, lo procedente serнa que entendiese la jurisdicciуn ordinaria española.

6. Discusiуn

El demandado ha planteado la incompetencia de este Panel. El Panel considera que debe examinar con carбcter previo los siguientes argumentos del Demandado, citados a continuaciуn en bastardilla:

1. La controversia afecta a dos partes de nacionalidad española siendo lo procedente que los уrganos judiciales españoles sean los encargados de conocer el asunto. Cualquier clбusula de sometimiento a un sistema arbitral serнa nula sobre la base de la legislaciуn española de arbitraje, aplicable a ambos contendientes al ser йstos de nacionalidad española, por lo que el grupo de expertos no tiene competencia para enjuiciar la eventual controversia surgida.

Al respecto, el Panel considera que el Demandado, al registrar el nombre de dominio con el Registrador aceptу la "polнtica de resoluciуn de disputas" contenida en la clбusula 8 del Acuerdo de Registraciуn (service agreement) versiуn 5.0, documento agregado a la demanda. Esa polнtica no es sino la Polнtica de la ICANN sobre cuya base se presentу la demanda. En el Caso OMPI D2000-0143 RAIMAT, S.A. v. Antonio Casals, parбgrafos 6.1 y 6.2., a la que se remite brevitatis causa, este Panel considerу que el registrante de un nombre de dominio, como promitente de una estipulaciуn en favor de tercero, ha aceptado ser demandado y vincularse en un procedimiento iniciado por el titular marcario, tercero beneficiario de la estipulaciуn.

La nacionalidad de las partes es irrelevante para determinar la competencia del Panel en este tipo de procedimientos. El propio registrante aquн demandado eligiу libremente registrar, con un registrador autorizado por la ICANN para registrar nombres de dominio ".com" (del tipo llamado "internacional") y no un dominio bajo el ccTLD ".es". En consecuencia, el Panel desestima el argumento del Demandado. Por otra parte, atender a la igual nacionalidad de las partes para que no se aplique este procedimiento equivaldrнa a despojarlo de eficacia en la mayorнa de los casos, que son de partes de igual nacionalidad o paнs de residencia. El criterio justo es entonces aplicar este procedimiento cuando se cumplen sus requisitos formales, y eventualmente recurrir a las leyes y sentencias judiciales del paнs de nacionalidad o residencia comъn para ilustrar el criterio del Panel en la resoluciуn de un caso concreto. El Panel desestima el argumento del Demandado.

2. El demandado no es un empresario o profesional, ni por lo mismo pretende un uso comercial del dominio. Igualmente, el demandante, como empresa pъblica que es, dedicada a gestionar un servicio pъblico de transporte de viajeros, carece de objetivos puramente comerciales, debiendo servir en primer lugar a los intereses pъblicos. La cuestiуn es ajena a cualquier uso comercial y, por ello, ajena al presente procedimiento e incluso ajena al estricto бmbito de las marcas o signos distintivos empresariales.

Este Panel considera que para este procedimiento carece de relevancia que el Demandado sea o no un profesional o un empresario, o la naturaleza (privada, comercial, o de entidad prestadora de servicio pъblico) que reviste la Demandante. Lo ъnico que interesa es si йsta tiene o no derechos marcarios que le permitan invocar la Polнtica. La Ley de Marcas española, artнculo 10, establece que cualquier persona puede ser titular de derechos de marca, al mencionar a "personas naturales o jurнdicas de nacionalidad española", sin distinciones 2. Dichos derechos sobre una marca cumplen una funciуn muy definida con relaciуn a la Polнtica, que es un sistema de normas para resolver en forma sumaria y revisable por jueces los conflictos que se producen en la intersecciуn de dos tipos de identificadores: los nombres de dominio de Internet ".com.", ".net" y ".org" y las marcas de comercio o de servicios. Precisamente lo que dio origen a esta innovaciуn jurнdica fue la necesidad de no aplicar en forma directa a estos conflictos ni el derecho de marcas territorial, ni la regla "first come, first served" propia de la registraciуn de nombres de dominio. Se creу un rйgimen adecuado a la intersecciуn generadora de conflictos, con elementos de ambos terrenos, en la bъsqueda de un cierto equilibrio entre los intereses marcarios y los principios de la comunidad de Internet.

Asimismo, el Panel considera que la determinaciуn de si la cuestiуn es ajena o no a un uso comercial no puede efectuarse con carбcter previo al examen del fondo la cuestiуn, lo que sуlo es posible si el Panel es competente para entender en este procedimiento. Por lo que antecede, el Panel tambiйn resuelve desestimar el argumento del demandado.

3. La Ley española de arbitraje exige que el convenio arbitral exprese la voluntad inequнvoca de las partes de someter la soluciуn de las cuestiones litigiosas a la decisiуn de uno o mбs бrbitros y que exprese ademбs la obligaciуn de cumplir tal decisiуn (artнculo 5-1 de la Ley 36/1988 de 5 de Noviembre), circunstancia que no acontece en el caso presente. Es clara la necesidad de que se revele una voluntad inequнvoca de las partes de someterse a arbitraje y el sometimiento a cualquier decisiуn.

El Panel considera que la citada disposiciуn de la Ley española de arbitraje N° 36 del 5 de noviembre de 1988 no es aplicable al presente procedimiento. Conforme al Reglamento, Parбgrafo 15(a), "(...) (e)l grupo de expertos resolverб la demanda teniendo en cuenta las declaraciones y los documentos presentados y de conformidad con la Polнtica, el presente Reglamento y cualesquiera normas y principios de derecho que considere aplicables".

El Panel considera que esa facultad del Panel de determinar el derecho aplicable se extiende a las reglas y principios aplicables que determinan su propia competencia. Si bien la ley española de arbitraje consagra ciertas condiciones para otorgar fuerza de sentencia al laudo arbitral, y primariamente la voluntad inequнvoca de las partes a someter cuestiones a arbitraje, ello no es la ъnica manera en que las partes pueden extraer la resoluciуn de un caso de la jurisdicciуn de los Jueces. Desde ya, pueden renunciar a derechos renunciables, y someterse, como lo ha hecho el aquн Demandado, a este tipo especial de procedimientos cuando suscribiу el Acuerdo de Registraciуn (service agreement) con el Registrador. Ese contrato es un contrato regido por la ley del Estado de Virginia, con prescindencia de la nacionalidad o domicilio del registrante del nombre de dominio.

Por otra parte, el presente procedimiento ha sido diseñado por la ICANN con un alcance muy limitado: los procedimientos se denominan "administrativos", los neutrales se denominan "panel" o "grupo administrativo de expertos", en la versiуn al español de la OMPI. Ademбs, en el presente caso el demandado podrнa, en caso de ser vencido, plantear un juicio ante tribunales que, como en este caso, serнan los de la jurisdicciуn de su propio domicilio. Por ello, el Panel desestima el argumento del Demandado.

4. En el caso de los contratos de adhesiуn, la validez o no de la clбusula de arbitraje se acomodarб a la legislaciуn referida a este tipo de contratos y, a este respecto, la legislaciуn de usuarios y consumidores previene que cualquier limitaciуn de derechos sea aceptada expresamente. El convenio arbitral, segъn la legislaciуn española, exige la expresa aceptaciуn de ambas partes, no siendo admisible que uno de los contratantes imponga dicha sumisiуn en beneficio de un tercero ajeno al contrato, sin que se pueda entender, como hace el demandante, que dicha clбusula sea una estipulaciуn a favor de un tercero amparada por el Cуdigo Civil español, desde que viene inserta en un contrato de adhesiуn y no ha sido suscrita expresamente por la parte demandada.

El acuerdo de registraciуn es efectivamente un contrato de adhesiуn. Sin embargo, la validez de ese contrato no estб regida por el derecho español, sino por el derecho del Estado de Virginia, Estados Unidos de Amйrica, con exclusiуn de sus reglas de conflicto de leyes, segъn lo dispone el acuerdo de registraciуn versiуn 5.0 en su clбusula 24. La misma clбusula establece que sуlo para cuestiones relativas al uso del nombre de dominio por el registrante aquн demandado, este se someterб a la competencia material y personal, y foro del tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia, Divisiуn Alexandria, y a los tribunales del domicilio del demandado.

En cuanto al fondo del argumento del demandado, debe ser examinado con el mayor cuidado, ya que si se concluyera que estos procedimientos se fundan en un abuso o un engaño del predisponente-estipulante (en el caso, el registrador) cometido en detrimento del usuario (en el caso el registrante aquн Demandado) no quedarнa mбs que declarar la nulidad del sometimiento del registrante a la Polнtica.

Sin embargo, el Panel considera que es muy otra la situaciуn. Desde el 1° de enero de 2000, o sea mбs de dos meses antes de la registraciуn del nombre de dominio <metrobilbao.com> por el Demandado, para la entidad registradora Network Solutions, Inc. dicha polнtica de resoluciуn de disputas es la Polнtica de la ICANN, y desde el dнa de la registraciуn del nombre de dominio, esa polнtica es aplicable al Demandado. La clбusula 8 del acuerdo de registraciуn dice:

"Si Ud. reservу o registrу un nombre de dominio a travйs de nosotros, Ud. acepta obligarse por nuestra polнtica en vigencia para la resoluciуn de disputas, la que se incorpora al presente y forma parte de este Acuerdo por referencia".

La polнtica de resoluciуn de disputas dispone:

"a. Controversias aplicables. Usted estarб obligado a someterse a un procedimiento administrativo obligatorio en caso de que un tercero (un "demandante") sostenga ante el proveedor competente, en cumplimiento del Reglamento, que

i) usted posee un nombre de dominio idйntico o similar hasta el punto de crear confusiуn con respecto a una marca de productos o de servicios sobre la que el demandante tiene derechos; y

ii) usted no tiene derechos o intereses legнtimos respecto del nombre de dominio; y

iii) usted posee un nombre de dominio que ha sido registrado y se utiliza de mala fe.

En el procedimiento administrativo, el demandante deberб probar que estбn presentes cada uno de estos tres elementos."

La Polнtica estaba en vigor el dнa de la registraciуn del nombre de dominio, 19 de marzo de 2000. Por lo tanto no se abusу de la buena fe del demandado.

El acuerdo de registraciуn destaca en forma muy clara la obligaciуn de someterse a estos procedimientos por parte del demandado. Esas condiciones no son, por otra parte, mбs desfavorables para el usuario que las de otras entidades registradoras, ya que todas ellas contienen literalmente la misma Polнtica de ICANN. La Polнtica se aprobу entre otras cosas para terminar con el sistema de la puesta en suspenso (on hold) a que recurrнa el registrador Network Solutions, Inc. a la espera de que el conflicto en torno a un nombre de dominio se resolviera por la vнa judicial, lo que traнa numerosos inconvenientes, entre otros al titular del nombre de dominio.

Por otra parte, estos procedimientos resguardan debidamente las reglas del debido proceso y la igualdad de las partes, imponiendo al panel actuante una imparcialidad estricta en relaciуn a las partes. El Reglamento, Parбgrafo 10(b) establece:

"b) En todos los casos, el grupo de expertos se asegurarб de que las partes son tratadas con igualdad y de que a cada parte se le ofrezca una ocasiуn justa para presentar su caso."

Esas condiciones no son menos estrictas que las que imponen universalmente las leyes y la doctrina a los бrbitros en un arbitraje regularmente conducido.

Por otra parte, los costos de administraciуn del proveedor OMPI y honorarios del panelista estб нntegramente cubiertos por la parte Demandante. Una decisiуn eventualmente adversa al Demandado es susceptible de ser atacada por йste ante los tribunales de Bilbao. Ademбs, el Reglamento, Parбgrafo 18, contempla expresamente la posibilidad de que se inicien procedimientos judiciales antes o durante un procedimiento administrativo, pudiendo el Panel de acuerdo a las circunstancias, suspender, concluir o continuar el procedimiento.

Por otra parte, el sistema de resoluciуn de controversias incorporado al acuerdo de registraciуn estб adecuada y lealmente expuesto al usuario-registrante. No se observan ni "letra chica", ni tipografнas dificultosamente legibles, ni falta de claridad en las clбusulas, inclusive la que remite a la Polнtica. En suma, no hay ni deslealtad ni abuso del predisponente-Registrador en detrimento del usuario-registrante del nombre de dominio.

Por las razones que anteceden el Panel rechaza la defensa de incompetencia opuesta por el Demandado y se declara competente para resolver esta controversia. En lo que sigue, este Panel examinarб el fondo de la cuestiуn.

6.2 Identidad o Similitud Confundible

El Panel considera mбs allб de toda duda que el nombre de dominio en cuestiуn es idйntico letra por letra a las marcas "METRO BILBAO" sobre las que la Demandante tiene derechos de registraciуn en España, salvo por la inexistencia del espacio en blanco entre las palabras "metro" y "bilbao", y por el uso de minъsculas en el nombre de dominio. La falta del espacio en blanco es irrelevante para una determinaciуn de identidad o similitud confundible, ya que es sabido que los espacios no pueden ser tйcnicamente representados como tales en la registraciуn de un nombre de dominio. Por ejemplo en el caso OMPI D2000-0299 Monty and Pat Roberts, Inc. v. Bill Keithse ha dicho que "la eliminaciуn del espacio entre palabras en los nombres de dominio estб dictada por factores tecnolуgicos y es prбctica comъn entre los registrantes de nombres de dominio".

Por otra parte, la Demandante tambiйn tiene derechos marcarios en España sobre "METRO BILBAO, S.A.", marca a la que el nombre de dominio en cuestiуn es confundiblemente similar, si no idйntico por la presencia en la marca de la abreviatura "S.A.". Si ademбs se considera la adiciуn de ".com" en el nombre de dominio, se concluye que este es por lo menos confundiblemente similar a las marcas de la Demandante.

El Panel no puede aceptar en este caso la alegaciуn del demandado segъn la cual "METRO" y "BILBAO" son tйrminos genйricos, asн como tambiйn lo serнa su adiciуn en una sola palabra, y como tales, serнan todos signos no reivindicables. Precisamente lo contrario es el caso: hay un ъnico tren "Metropolitano" o "Metro" en "Bilbao", por lo que "METRO BILBAO " solo puede referirse al medio de transporte cuya operaciуn gestiona la Demandante.

En los casos OMPI D2000-0143 RAIMAT, S.A. v. Antonio Casals y D2000-0219 URALITA, S.A. v. Rafael del Rosal Macнas este mismo Panel rechazу defensas similares a la presentada por el Demandado. Si las marcas han sido concedidas por la Oficina Española de Patentes y Marcas (O.E.P.M.) un panel no estб autorizado para sustituir a los tribunales competentes en una declaraciуn de nulidad de marca, ni para pasar por alto la presunciуn de legitimidad de que goza el acto administrativo de concesiуn de marca..

Ya se ha dicho en otros casos resueltos por paneles administrativos de la OMPI que cuando las partes en el procedimiento administrativo son residentes del mismo paнs, los principios de derecho aplicables incluyen a los del paнs de residencia. Ver Caso OMPI D2000-0001 Robert Ellenbogen v. Mike Pearson, pбrrafo 6.

En este caso, ambas partes tienen sede y domicilio en España, por lo que el Panel estб autorizado, para ilustrarse en cuanto al fondo de la cuestiуn, a guiarse por la legislaciуn relevante y su aplicaciуn por los tribunales españoles. En cuanto a la primera el Panel ha tenido a la vista la Ley 32/1988 de 10 de noviembre de 1988, de Marcas, tal como figura en el sitio de la O.E.P.M. http://www.oepm.es/internet/ley32/ley32.htm, visitado por el Panel 3.

Por otra parte, tampoco puede aceptarse como argumento de defensa que el Demandado ignorara que la Demandante tiene registradas las marcas citadas. La registraciуn de marcas conforme a la ley española requiere su publicaciуn en el "Boletнn Oficial de la Propiedad Industrial", conforme al citado art. 25 de la Ley de Marcas, ley que prevй un procedimiento de oposiciуn por parte de los interesados. La defensa de desconocimiento del carбcter ajeno de la marca es ademбs, verdaderamente poco creнble en quien ha armado y opera un sitio web que se refiere exclusivamente al servicio de transporte prestado por la demandante en la misma zona de residencia de ambas partes y por quien es o ha sido usuario del servicio de transporte en cuestiуn, como estб reconocido profusamente por el Demandado.

Por todo lo anterior, el Panel considera que la Demandante ha cumplido con su carga de probar el requisito de la Polнtica, Parбgrafo 4(a)(i).

6.3. Inexistencia de Derechos o Intereses Legнtimos sobre el Nombre de Dominio

El demandado ha alegado que tiene un derecho constitucionalmente garantizado a la libre expresiуn de sus ideas, incluidas las crнticas al servicio prestado por la Demandante, conforme a la Constituciуn española, art. 20. El Panel considera que en eso le asiste razуn al demandado, como ciudadano que es de un paнs en que notoriamente impera amplia libertad de expresiуn y opiniуn. Sin embargo, ello no significa que dichas crнticas amparadas por la libertad de publicar libremente sus ideas en la Internet pueda llevarlas a cabo mediante el uso de un sitio Web operado bajo un nombre de dominio idйntico o confundiblemente similar a las marcas de la Demandante.

En el caso OMPI D2000-0071 CSA International a.k.a. Canadian Standards Association v. John O. Shannon and Care Tech Industries, Inc., 24 de marzo de 2000, los distinguidos panelistas D.J. Ryan (presidente), R.A. Fashler y P.L. Sbarbaro dijeron:

"El reclamo de los demandados respecto de derechos e intereses legнtimos se basa esencialmente en una pretensiуn de libertad de expresiуn y de opiniуn, pero ese derecho no requiere para ese propуsito el uso de las marcas del Demandante en los nombres de dominio. Un nombre de dominio no es meramente una direcciуn, tambiйn es un medio de identificaciуn. Como se lo notу en el informe final de la OMPI: ‘Los nombres de dominio se concibieron para cumplir una funciуn tйcnica de una manera conveniente para los usuarios humanos de la Internet. Fueron concebidos para proporcionar a los ordenadores direcciones que fueran fбciles de recordar y de identificar sin tener que recurrir a la direcciуn numйrica IP. Precisamente porque son fбciles de recordar y de identificar, sin embargo, los nombres de dominio han venido a adquirir una existencia suplementaria como identificadores comerciales o personalesґ". "La adopciуn por los demandados de una direcciуn de Internet substancialmente idйntica o confundiblemente similar a la del nombre, direcciуn de Internet y marcas del demandante debe desviar a los consumidores de manera inevitable y equнvoca hacia esa direcciуn, y tiene el efecto de denigrar las marcas" 4.

En los Casos OMPI D2000-0299 Monty and Pat Roberts, Inc. v. Bill Keithy D2000-0300Monty and Pat Roberts, Inc. v. J. Bartell, el distinguido panelista Frederick M. Abbott dijo:

" ...El derecho a expresar los propios puntos de vista no es lo mismo que el derecho a usar el nombre de otro para identificarse uno mismo como la fuente de estos puntos de vista. Uno puede ser perfectamente libre de expresar sus puntos de vista acerca de la calidad o caracterнsticas de la informaciуn del New York Times o de la revista Time. Eso no se traduce, sin embargo, en un derecho a identificarse uno mismo como el New York Times o la revista Time.

En el caso presente, el demandado estб usando como su identificador el nombre de dominio (...)". 5

"Cuando un usuario de Internet busca la marca del demandante, encontrarб la direcciуn del sitio del demandado. No hay nada en el nombre de dominio que indique que el sitio estб dedicado a criticar al demandante, aъn cuando esta crнtica es evidente cuando se visita el sitio del demandado. Al usar la marca del demandante, el demandado desvнa trбfico de Internet hacia su propio sitio, privando por ese medio al demandante de visitas de usuarios de Internet." 6

Este Panel acepta el razonamiento de los paneles citados: el Demandado puede sin duda dar a publicidad en la Internet sus crнticas y quejas y las de otros usuarios del Metro de Bilbao, por mбs virulentas que sean. Simplemente deberб adoptar otro nombre de dominio para esos fines.

Con lo dicho el Panel desestima la defensa del Demandado de que tiene derechos e intereses legнtimos basados en el ejercicio de la libre expresiуn cuando utiliza como nombre de dominio una marca de la Demandante.

Mбs allб de cualquier valoraciуn respecto del derecho de libre expresiуn y opiniуn, incluyendo la publicaciуn de las ideas, cuando las mismas se expresan de forma que representen una denigraciуn de la marca, dejan de calificar como uso legнtimo del nombre de dominio.

En el presente caso, la publicaciуn de imбgenes "pornogrбficas" (en opiniуn de la demandante) o simplemente "erуticas", o "cуmicas", o en "clave de humor" (en opiniуn del representante del demandado) en un sitio Web bajo nombre de dominio idйntico o confundiblemente similar a las marcas de la Demandante no es sino un uso denigratorio de la marca a travйs del nombre de dominio correspondiente.

Un uso del nombre de dominio en forma denigratoria de una marca ajena no puede considerarse un uso legнtimo. De acuerdo a la Polнtica, Parбgrafo 4(c)(iii), para que se pueda alegar el uso legнtimo y leal o no comercial del nombre de dominio, este debe ser "sin intenciуn de desviar a los consumidores de manera equнvoca o de empañar el buen nombre de la marca".

Mбs allб del mejor o peor gusto que trasluce la inclusiуn de las imбgenes del sitio Web del Demandado, lo cierto es que un internauta que busque en un motor de bъsqueda un dominio idйntico a una marca que conoce, espera razonablemente conectarse con un sitio que pertenezca a la demandante, titular de marcas bien conocidas en Bilbao y quizб en otras partes de España y relacionadas con un servicio de transporte bien conocido de Bilbao. Ese navegante experimentarб muy probablemente por lo menos una sensaciуn de desconcierto que ciertamente opera en detrimento de la marca, empañбndola. Este panelista considera, por lo demбs, que la inclusiуn en el sitio Web del Demandado de las imбgenes aportadas por la Demandante (Anexo 10 de la demanda) debe haber sido juzgada inconveniente incluso por el mismo Demandado, que las retirу del sitio como se comprueba con la visita independiente del Panel realizada al sitio web el 22 de agosto de 2000. El posterior retiro de las imбgenes demuestran que ese uso del sitio era de mala fe hasta para el propio Demandado.

Por ъltimo, no puede olvidarse que el propio Demandado ha afirmado que el Demandado "registrу el nombre de dominio considerado con posterioridad a que el demandante eligiera el nombre con que se iba a presentar en Internet". Contestaciуn de demanda, pбg. 10. Ademбs, en su propia pбgina Web el Demandado da a entender que fue por una falla del personal del Demandante que este no registrу <metrobilbao.com". Con esto el propio Demandado reconoce que en principio era al Demandante a quien le correspondнa el registro del nombre de dominio idйntico a sus marcas. Demanda, Anexo 9. Para ello no obsta que la Demandante tuviera registrado y operara el sitio Web correspondiente a <metrobilbao.net>, ya que cada persona determina si y en quй orden registra nombres de dominio.

En ausencia de otras pruebas mбs convincentes que las que intentу aportar el Demandado, lo que estaba a su cargo de acuerdo a la Polнtica, Parбgrafo 4(c), el Panel determina que la Demandante ha cumplido con su carga de probar el requisito de la Polнtica, Parбgrafo 4(a)(ii).

6.4 Registro de Mala Fe

Habiendo sido reconocido por el Demandado, el Panel tiene por acreditada la alegaciуn de la Demandante, de que el Demandado requiriу efectivamente la suma de 100 millones de pesetas para ceder su pбgina - y por ende el nombre de dominio. La confesiуn resulta de la declaraciуn de Demandado, a la pregunta "їPor quй has hecho esta Web?", a lo que el Demandado responde, entre otras cosas: "Pues muy bien, mi ъnica razуn es que paguen 100 millones de Ptas.", refiriйndose evidentemente a la empresa aquн Demandante.

Sin embargo, las Partes divergen en cуmo interpretar dicha oferta de venta. La Demandante considera que esa es la prueba palmaria de que el Demandado incurriу en la circunstancia de registro de mala fe con intenciуn de vender el nombre de dominio por una suma superior a los costos efectivamente desembolsados, relacionados con el nombre de dominio (Polнtica, Parбgrafo 4(b)(1)). El Demandado alega que esa suma es tan absurda - por enorme - que con ello realmente quiso expresar que el dominio no estaba en venta en absoluto 7.

El Panel considera que ninguna de esas interpretaciones favorece al demandado. La suma de 100 millones puede parecer grande, pero no lo es tanto para quien quiera y pueda pagarla. Desde ya, no parece una suma fuera del alcance financiero de la Demandante si el Demandado realmente querнa vender a ese precio y la Demandante hubiera querido pagarla. Con esta interpretaciуn, el Demandado caerнa dentro de la descripciуn del Parбgrafo 4(b)(i) de la Polнtica, y habrнa efectuado un registro con la primaria intenciуn de lucro indebido. Ello es compatible con un uso agresivo y denigratorio del nombre de dominio idйntico o confundible con la marca del demandante, uso desleal que vendrнa a funcionar como elemento de presiуn para empujar a la Demandante a una negociaciуn de "transferencia por precio".

Si en cambio se considera verdadera la alegaciуn del demandado, ella tambiйn es compatible con un registro destinado a impedir especнficamente que la Demandante pueda reflejar su marca en el correspondiente dominio ".com", lo que configura parcialmente la circunstancia de registro y uso de mala fe del Parбgrafo 4(b)(iii) de la Polнtica. Esa conclusiуn estб abonada por el hecho que el Demandado carece de derechos e intereses legнtimos sobre el nombre de dominio. Ver 6.3 supra.

Ademбs, la actitud de no querer vender en absoluto el nombre de dominio es compatible, al menos parcialmente, con la intenciуn de derivar a internautas a un sitio Web propio que se estб utilizando activamente aprovechando la identidad o confundibilidad del nombre de dominio y la marca ajena. De esa manera el Demandado en la conducta descripta en la Polнtica, Parбgrafo 4(b)(iv):

"al utilizar el nombre de dominio, usted ha intentado de manera intencionada atraer, con бnimo de lucro, usuarios de Internet a su sitio Web o a cualquier otro sitio en lнnea, creando la posibilidad de que exista confusiуn con la marca del demandante en cuanto a la fuente, patrocinio, afiliaciуn o promociуn de su sitio Web o de su sitio en lнnea o de un producto o servicio que figure en su sitio Web o en su sitio en lнnea."

El бnimo de lucro estб presente desde que el desvнo de usuarios se hace con el propуsito confeso de obtener 100 millones por la venta del dominio.

Lo mencionado conduce al Panel a concluir que la Demandante ha probado el requisito de la Polнtica, Parбgrafo 4(a)(iii) en cuanto a registro de mala fe.

El texto de la Polнtica autoriza una interpretaciуn literal de que cualesquiera de las circunstancias indicadas en el Parбgrafo 4(b), y otras no enumeradas especнficamente, son circunstancias que, si se acreditan, serбn prueba de registro y de uso de mala fe. Sin embargo. Sin perjuicio de que esa interpretaciуn es perfectamente posible, y porque se interpreta que ese fue el sentido que la ICANN quiso darle a este procedimiento, este Panel considera que en estos procedimientos que, ademбs del registro de mala fe, el uso de mala fe del nombre de dominio debe ser probado especнficamente por el demandante. Esa es la lнnea que señalу el distinguido panelista Dr. M. Scott Donahey en el caso OMPI D99-0001 World Wrestling Federation, Inc. v. Michael Bosman y que siguieron numerosas decisiones posteriores.

A los fines de apreciar si la Demandante ha probado el uso de mala fe del nombre de dominio, el Panel ha considerado las siguientes circunstancias:

a) Durante un perнodo cuya duraciуn no se ha establecido, pero que incluye al dнa 18 de abril de 2000 8, el Demandado publicу en el sitio Web bajo el nombre de dominio en disputa imбgenes que nada tienen que ver con el objeto del negocio ni del servicio pъblico que presta la Demandante, utilizando indebidamente la marca de que es titular la Demandante. Sean dichas imбgenes "pornogrбficas", meramente "erуticas" o simplemente burlonas, no hay duda que la pбgina que las contiene no hubiera sido visitada con igual probabilidad de haber utilizado el Demandado un nombre de dominio distinto de la marca bien conocida de la Demandante. Esas imбgenes tienden a confundir al pъblico consumidor y usuario de los servicios de la Demandante en torno al carбcter de un sitio que deberнa con alta probabilidad pertenecerle a METRO BILBAO, S.A. dado la identidad con su marca.

A la luz de la Ley de Marcas de España, artнculo 31 y concordantes, el uso que ha hecho de la marca el registrante del nombre de dominio es ilнcito, y este Panel estima que darнa derecho a un demandante a requerir y obtener el dictado de medidas cautelares tal como se ordenaron en los casos <nocilla.com> y <metacampus.com>. Asн lo ha interpretado este mismo Panel en los casos OMPI D2000-0163 Raimat y D2000-0219 Uralita, que involucraban a partes con domicilio en España, y donde el Panel considerу – como lo hace en este caso – que el Panel puede aplicar la doctrina de las decisiones judiciales que se fundan en las normas del derecho de marcas y de competencia desleal de España, las que son aplicables a conflictos entre partes con domicilio en España, con el argumento que se utilizу en el Caso OMPI D99-0001. En Raimat y Uralita el Panel considerу aplicables los criterios seguidos en los autos de medidas cautelares contra los titulares de los dominios <nocilla.com>, dictado por el Juzgado N° 5 de Oviedo y <metacampus. net> decidido por el Juzgado N° 9 de Madrid, ambos fundados en la Ley de Marcas citada en nota 3. El Panel considera que circunstancias similares se presentan en este caso, y que con criterios equivalentes se juzgarнa de mala fe en España el uso de la marca METRO BILBAO a travйs del uso que hace el Demandado del nombre de dominio correspondiente.

b) El Demandado ha utilizado el sitio web referido para instalar una secciуn de quejas de usuarios de los servicios prestados por la Demandante. Sin embargo, para que los quejosos envнen sus e-mails, segъn lo ha constatado este Panel en visita independiente al sitio Web, el Demandado ha proporcionado la siguiente direcciуn de correo electrуnico:

<mecagoenel@metrobilbao.com>.

Ello demuestra que el servicio de apoyo a usuarios y consumidores lo proporciona pъblicamente el Demandado-destinatario bajo el nombre de dominio aquн en disputa y utilizando un lenguaje denigratorio 9, probablemente insultante contra la Demandante y sugerente de que las opiniones de los usuarios del metro que se admiten son ъnicamente las negativas respecto del servicio. Sin duda esa conducta del Demandado no puede calificar como un uso de buena fe del nombre de dominio.

c) Por mбs que en este procedimiento la representante del Demandado ha intentado despojar de importancia y seriedad a los propios dichos y publicaciones de su representado, lo cierto es que el Demandado ha reconocido en forma directa que el registro y uso del nombre de dominio idйntico a la marca de la Demandante lo fue "en venganza" por una injusticia que habrнa cometido la Demandante al aplicarle una multa por viajar sin billete en el Metro. Ello surge de la impresiуn de pбgina Web que la Demandante ha acompañado con adjunto al acta notarial respectiva. Demanda, Anexo 9. El examen de tales circunstancias, asн como la legalidad o justicia de la multa, queda totalmente fuera de las competencias de este Panel y su conocimiento corresponderнa al tribunal administrativo o judicial competente en España. Sin embargo, en este procedimiento no hay duda que el registro y uso de mala fe de un nombre de dominio de modo denigratorio no puede ser justificado a la luz de un comportamiento de buena fe. La venganza y las represalias tampoco son una circunstancia de uso legнtimo o de buena fe del nombre de dominio, mбs allб de que ademбs puedan o no constituir un ilнcito que dй lugar a resarcimiento. Un uso regular de la Internet no debe poder servir a "venganzas" de ese estilo. Que el Demandado intente en la contestaciуn de demanda despojar de importancia a esas, sus manifestaciones, no sirve para anular hechos propios ya cumplidos. Tampoco es eficaz el hecho de que en la actualidad el Demandado ha eliminado de su pбgina la explicaciуn de la motivaciуn de venganza para registrar el dominio y armar la pбgina Web. Contestaciуn de demanda, Anexo bajada de pбgina del 18 de julio de 2000.

d) El hecho que el demandado haya cesado en la actualidad en la publicaciуn de imбgenes con finalidad denigratoria, eliminбndolas del sitio Web, no borra sus hechos recientes acreditados por la Demandante. Una interpretaciуn contraria habilitarнa la siguiente hipуtesis: la parte demandante inicia estos procedimientos, presenta demanda y entera asн de su propуsito a un demandado de acuerdo a lo que exige el Reglamento, Parбgrafo 3(b)(xii). Ya teniendo conocimiento de la disputa, y para precaverse de una eventual valoraciуn negativa de su conducta el demandado procede a modificar el contenido del sitio Web con un criterio tбctico, a la espera de mejorar la impresiуn resultante 10. Esa ventaja tбctica no le puede ser acordada al Demandado en el presente procedimiento.

Por lo expuesto, el Panel considera que la Demandante tambiйn ha cumplido con la carga de probar, como lo requiere la Polнtica, Parбgrafo 4(a)(iii), que el demandado usa de mala fe el nombre de dominio.

7. Resoluciуn

El Panel ha determinado que el nombre de dominio <metrobilbao.com> es idйntico o confundiblemente similar a las marcas de la Demandante, que el Demandado carece de derechos o intereses legнtimos respecto del nombre de dominio, que ha registrado el nombre de dominio de mala fe, y que lo usa de mala fe.

Por ello, conforme a la Polнtica, Parбgrafo 4(i), y al Reglamento, Parбgrafo 15, el Panel resuelve que la registraciуn del nombre de dominio <metrobilbao.com> sea transferida a la Demandante, METRO BILBAO, S.A.

Roberto A. Bianchi
Panelista ъnico

31 de Agosto de 2000

1. Las alegaciones a ese respecto se examinan en 6.1 infra.

2. Normalmente, en todos los casos tramitados bajo estos procedimientos los paneles deben recurrir a las legislaciones nacionales bajo las cuales se solicitу y tramitу la marca base de la demanda.

3. Se destacan las siguientes disposiciones: "Artнculo 11: 1. No podrбn registrarse como marcas, ademбs de los signos o medios que no puedan constituir marca conforme al artнculo 1 de la presente Ley, los siguientes: a) Los que se compongan exclusivamente de signos genйricos para los productos o servicios que pretendan distinguir (...)". "Artнculo 25. 1. La solicitud de registro (...) serб publicada en el "Boletнn Oficial de la Propiedad Industrial (...)". "Artнculo 30: El registro de la marca confiere a su titular el derecho exclusivo de utilizarla en el trбfico econуmico. Singularmente, el titular podrб designar con la marca los correspondientes productos o servicios, introducir en el mercado, debidamente identificados con ella, los productos o servicios para los que hubiere sido concedido el registro y utilizar la marca a efectos publicitarios". "Artнculo 31: 1. El titular de la marca registrada podrб ejercitar las acciones del artнculo 35 de la presente Ley frente a los terceros que utilicen en el trбfico econуmico, sin su consentimiento, una marca o signo idйntico o semejante para distinguir productos o servicios idйnticos o similares, cuando la semejanza entre los signos y la similitud entre los productos y servicios puede inducir a errores. 2. Cuando se cumplan las condiciones enumeradas en el pбrrafo anterior podrб prohibirse, en especial: (...) d) utilizar el signo en los documentos de negocios y la publicidad (....)". "Artнculo 35: El titular de una marca registrada podrб ejercer ante los уrganos jurisdiccionales las acciones s civiles o penales que correspondan contras quienes lesionen su derecho y exigir las medidas necesarias para su salvaguardia". "Artнculo 36: En especial, el titular cuyo derecho de marca sea lesionado podrб pedir en la vнa civil: a) La cesaciуn de los actos que violen su derecho" (...) c) la adopciуn de las medidas necesarias para evitar que prosiga la violaciуn (...)." "Artнculo 47 1. El registro de la marca serб cancelado cuando mediante sentencia firme se declare que es nulo por contravenir lo dispuesto en los artнculos 1 y 11 de la presente Ley (...)".

4. Traducciуn libre de este panelista.

5. Aquн el Sr. Abbott se refiere al nombre de dominio confundiblemente similar a la marca del demandante.

6. Traducciуn libre de este panelista.

7. Hay sin embargo una manera mбs simple de decir que el dominio no estб en venta, y es decir: "este dominio no estб en venta" o cualquier frase equivalente,.

8. Fecha del acta de constataciуn notarial que figura en el Anexo 10 de la demanda y con la que se acompañan copias en papel de las pбginas correspondientes al sitio Web del Demandado.

9. La expresiуn del Demandado tendrнa el mismo sentido denigratorio en la Argentina, paнs del panelista actuante, y muy probablemente en cualquier otro paнs de lengua española.

10. El 22 de agosto de 1000 el Panel ha realizado una visita independiente al sitio Web <www.metrobilbao.com>, sin encontrar las imбgenes en cuestiуn.